jueves, 20 de marzo de 2008

Reflexiones para un Jueves Santo

LAVATORIO DE PIES

-¿Dónde quieres que dispongamos todo para la cena? Mandó a Pedro y a Juan, diciéndoles:
-Id a la ciudad y al entrar en ella encontraréis a un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle y en la casa en que entre diréis al dueño que vais de mi parte. Disponed todo allí.
Habló así para ocultar a Judas el lugar. Jesús quería celebrar aquella cena sin ser detenido antes de tiempo.
Ya en el cenáculo se sentaron a la mesa y les dijo:
-Muchísimo he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer.
Comenzada la cena Jesús se levantó', se quitó el manto, ciñéndose un paño limpio; luego echó agua en un barreño y comenzó a lavar los pies a sus Apóstoles y secarlos con el paño. Pedro, cuando le llegó el turno, se negó:
-¡Jamás me lavarás los pies!
-No tendrás, pues, parte conmigo.
-Si es así, lávame también las manos y la cabeza.
-El que está limpio no necesita lavarse más que los pies Y vosotros estáis limpios. Aunque no todos.
Esto lo dijo por Judas. Cuando terminó, les indicó:
-Os he dado ejemplo: lo que yo he hecho con vosotros debéis hacerlo con los demás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jesucristo nos dió el ejemplo más grande de humildad, nos enseño a ser el último y así dandote al otro , a tu hermano, encontraras la paz, la vida....

El Secreto Del Mundo dijo...

Con humildad reconocemos nuestras cualidades, sin alardear de ellas, aceptando nuestros defectos..
Nos permite reconocernos y reconocer a los otros como esencia de Dios... como espíritus llenos de luz que vinimos al campo material para experimentar el Amor que somos..